PRIMER TRANSPLANTE DE CORAZÓN

La ciudad de Medellín a lo largo de los años se ha ido posicionando en el campo medico y ha sido reconocida en el mundo, gracias a los avances en medicina. En buena medida este trabajo se debe al grupo de Transplantes de la Universidad de Antioquia, quien gracias a sus investigaciones ha hecho que la ciudad de la eterna primavera sea reconocida en éste complicado campo. Medellín ha sido pionera en los transplantes de órganos, uno de ellos y quizás el más importante,  fue realizado el 1 de diciembre de 1985, en la Clínica Cardiovascular, éste fue el primer transplante de corazón hecho en la ciudad y a su vez en Colombia.

La naturaleza les dio a algunos animales la habilidad para regenerar sus partes, el hombre por el contrario, no tiene esta virtud y por este motivo se  ha inventado la manera de imitarlos. Quizás así comenzó la idea de los médicos para realizar los transplantes de órganos en el ser humano, dándoles así la posibilidad, a los pacientes enfermos, de prolongar su vida cuando ya creían que no había esperanza de vivir y su único destino era la muerte.

La operación fue realizada en la Clínica Cardiovascular de Santa María, una institución de la congregación Mariana, al albañil José Antonio Yépez Obando, de 36 años, el cual tenía desde 1981 una deficiencia cardiaca, la cual tendría como resultado la muerte y lo más cercano a una alternativa de vida era ésta operación. Dicha intervención fue realizada por un equipo de expertos cirujanos de la cardiovascular, egresados de la Universidad de Antioquia y pertenecientes al grupo de transplantes del San Vicente de Paúl.

Se dice que la operación comenzó el domingo a las 7 de la mañana y a eso de las 5 de la tarde el paciente estaba “estable”. El señor José Antonio Yépez fue el primero en tener una operación de este tipo en el país, para todas las personas fue desconocida la identidad del donante, los medios de comunicación nunca revelaron este dato.

El Centro Cardiovascular Colombiano de la Clínica Santa María, expidió esa misma tarde el primer boletín en torno a la trascendental operación que se realizaba en un paciente con problemas cardíacos, los encargados de la intervención fueron uno de los mejores equipos de cirujanos cardiovasculares en el país. El boletín entregado esa tarde al periódico El Espectador, expresa textualmente: "El Centro Cardiovascular Colombiano Clínica Santa María, obra de la Congregación Mariana de Medellín, el grupo de trasplantes del hospital universitario San Vicente de Paúl y la Universidad de Antioquia; informan a la opinión pública que en el día de hoy primero de diciembre de 1985, a las 7 a.m.; se inició en los quirófanos de la clínica Santa María por el grupo de cirujanos cardiovasculares de esta institución el primer transplante cardiaco que se realiza en Colombia, el procedimiento se realizó con éxito hasta el momento.

Se practicó en un paciente de sexo masculino de 36 años de edad. Residente en la ciudad de Medellín. De profesión albañil; el receptor del trasplante sufrió una severa enfermedad cardiaca desde el 6 de noviembre de 1981 y la única alternativa médica que tenía para recuperarse era el trasplante de corazón”

Exactamente cuatro años después de que descubriera que los dolores en el hombro izquierdo y los mareos que tenía eran síntomas de infarto, José Antonio, apenas sobrepasando los 30 años de edad, aceptó correr el riesgo. Doña Amanda, su mujer, lo secundó y la hija mayor del matrimonio, Ana Milena se entristeció al escuchar la noticia; mientras tanto las niñas menores, de 7 y de 4 años aún no comprendían los riesgos de ésta operación y durante la espera decidieron quedarse en la zona verde del centro asistencial y en los fríos pasillos que invitan al silencio, tristeza y desolación.

Los médicos Francisco Villegas Rico, director de atención médica de la clínica; Jaime Borrero Ramírez, decano de la facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia  y Julio Ernesto Toro Restrepo, director general del Hospital Universitario San Vicente de Paúl, dicían que la grave enfermedad y las características del paciente fueron las que los llevaron a contemplar la posibilidad del transplante como único sistema de salvación

El hombre del trasplante dijo que tenía planeado después de salir de la clínica Cardiovascular, antes que demostrar sus deseos de vivir, visitar la casa de los padres del joven que el sábado antes de su operación murió en un accidente, permitiendo así que el paciente con deficiencias cardiacas pudiera prolongar su vida. Un accidente de tránsito fue quien dejó con muerte cerebral, al joven cuya identidad se desconoce.

Además de la visita a la familia del donante, José Antonio tenía como deseo, el de reagrupar a su familia dispersa y volver al trabajo, el cual había abandonado en noviembre de 1981 cuando las deficiencias cardíacas aumentaron y debía dejar su trabajo de albañil, convirtiéndose así en “un ser inútil y de extremos cuidados”

La señora Amanda de Yépez, esposa del ex albañil que recibió un corazón ajeno, habló con la prensa y le dijo que su esposo varias veces le "había repetido que lo primero que quería hacer era conocer a los familiares del muchacho donante y después ponerse a trabajar para sostenerlos”. Además expresaba que el señor Yépez deseaba formar el hogar que siempre soñaron y que se había separado por su enfermedad, él durante la misma vivía con su madre y ella con sus hijas en casa de sus padres, esperando que sus hermanas les ayudaran económicamente. Por esos días doña Amanda no sabía que cuidados debería tener cuando su esposo abandonara la clínica,  pero lo único que tenía claro era que el trabajo que debía buscar sería liviano y suave, según se lo han dicho los médicos.

La Clínica Cardiovascular de Santa María, no le dio sólo la posibilidad de vivir a éste hombre sino que les dio la oportunidad a otras personas con problemas cardiacos de ampliar su rango de vida. Tal clínica espera continuamente la donación de órganos, para seguir salvando vida y para que las personas que mueran, conozcan que hay maneras de dar vida después de la vida.