En San Javier El Socorro, ni la tragedia se evitó ni el dolor se mitigó

31.03.2009 12:47

 La tragedia de El Socorro se habría evitado si las autoridades hubieran puesto atención a los llamados que hacía la comunidad desde octubre de 2003. Ahora el municipio no sólo necesita reafirmar el suelo para hacer un parque en memoria de quienes fallecieron el 31 de mayo de 2008 y poner un alto a las escombreras ilegales, sino reubicar a 30 familias damnificadas.

 

Faltaban 15 o 20 para las seis de la mañana, era el amanecer del sábado 31 de mayo de 2008 en el barrio San Javier El Socorro. Fue un despertar muy triste, un despertar oscuro, recuerdo que estaba dormida cuando desperté abruptamente al sentir un ruido muy fuerte, como si vaciaran una volqueta llena de piedras o tal vez como si la tierra rugiera, es un sonido inexplicable. Miré a la ventana, levanté la cortina y mi sorpresa fue ver un polvero y unos terrones grandes que volaban en el aire y caían al otro lado de la quebrada, relata María Amanda Grajales Marulanda mientras una lágrima rueda por su mejilla derecha al leer el diario en el que ha desahogado todas sus penas, luego del deslizamiento.

“Lo único que yo hacía era gritarle a mi hijo que nos ibamos a morir” cuenta Amanda una mujer de aproximadamente 50 años habitante del sector, quien perdió su casa de tres pisos durante el desastre ocasionado por un alud de tierra.

La tragedia fue en el sector de Piedra Lisa, ubicado en la calle 48C con carrera 103B donde se desprendieron 18 mil metros cúbicos de tierra desde el alto de San Pedro, acabando con la vida de 28 personas y que a su vez, dejó damnificadas a 30 familias. El terreno es de alta pendiente, que por sus condiciones geológicas conforman una red de drenaje natural donde existen nacimientos que desembocan a la quebrada La Bolillala.

Las ayudas llegaron a las 6:30 de la mañana a la zona donde ocurrió la tragedia “empezamos a trabajar con todos los grupos de ayuda como bomberos, grupo garza, bomberos éxito, cruz roja y varias cuadrillas de empresas públicas y del municipio de Medellín; ayudamos con la remoción de escombros y búsqueda de víctimas” relata Juan Pablo Giraldo, coordinador del comité barrial de El Socorro.

“Cuando estábamos evacuando los heridos, volvió a caerse la tierra y tembló y cayeron unas primarias que faltaban por caer, nos tocó correr otra vez hacia abajo y esperar que se calmara” continúa relatando María Amanda en su diario.

Poco a poco fueron rescatando a los heridos y a quienes habían fallecido. Sólo hasta las 9 de la mañana del día sábado, rescataron personas con vida. El lodo era espeso y muchas casas habían sido destruidas por el impacto, dejando a sus habitantes varios metros bajo tierra.

El Sistema Municipal para la Atención y Prevención de Desastres (Simpad) momentos después del deslizamiento hizo un estudio de suelos, identificando la cantidad de material que había sido desplazado, además, cuáles habían sido sus causas y cuál fue la afectación en términos de área y volumen, llegando a la conclusión de que la tragedia fue ocasionada por una escombrera ilegal cuyo propietario era Jorge Salazar Serna.

“Me acuerdo que ayudé a pasar heridos hasta que recibí a la niña de Jaqueline y cuando me di cuenta que estaba muerta, me dió muy duro” cuenta  Amanda.

La tragedia acabó con la vida de 28 personas entre ellas algunos menores de edad como Tuto de 15 años, Ángela María, Juliana Álvarez y un bebé con 5 meses de gestación.

Uno de los conmovedores casos fue el de Tuto, quien estaba en casa de su tio y sus abuelos, ya que sus padres y hermana estaban en Bucaramanga; pero este fin de semana, a diferencia de otros el joven no quiso viajar porque sus amigas le celebrarían sus 15 años el sabado y su padre llegaría este mismo día.

“Lo doloroso fue avisarle al papá de Tuto, decirle viaje rápido que su hijo está bajo los escombros y como si esto fuera poco, también su mamá, su papá, su hermano, su cuñada y sus sobrinos” narra María Amanda.

Yaquelinne Cecilia Ledesma es otra damnificada del derrumbe a quien el alud de tierra pasó por un lado de su casa, pero debieron derrumbarla por su inestabilidad. Ella dice que fue Dios quien hizo que el derrumbe aparentemente se desviara y se salvara toda su familia.

Todo se lo dejaré al Señor, él sabe que eso es lo único que tengo y yo tengo fe que él me ayudará, concluye María Amanda en su relato.

Después de la tragedia, la alcaldía de Medellín declaró una Urgencia Manifiesta, donde el alcalde Alonso Salazar dispuso entregar ayudas del presupuesto municipal y destinarlo a auxilios para los damnificados. Así mismo, el presidente del banco Interamericano de Desarrollo (BID) Luis Alberto Moreno, destinó 250 mil dólares a la causa.

“Nunca en la historia de Medellín habíamos tenido un invierno de estas magnitudes; además lo que estamos viviendo en El Socorro es una verdadera tragedia” relató el Alcalde de Medellín al periódico El Mundo el 2 de junio.

Catalina Carvajal una joven de 25 años quien presenció cómo bajaba el alud de tierra y se llevaba las casas de sus vecinos, piensa que a pesar de que ella y su familia están vivos, igual otras personas perecieron y todo por el irrespeto y la irresponsabilidad de una persona. “Ahora en la zona hay un vacio, en el lugar que antes había vida, ahora hay muerte”, manifiesta ella.

En el sector donde corrían los niños y en navidad se encendían las luces, hoy sólo queda oscuridad y desolación.

FACTORES QUE INCIDIERON PARA EL DERRUMBE

Desde hace 126 años, en Medellín se han reportado cerca de 5.256 desastres, entre ellos el 33% son por deslizamientos de tierra afirma el director de logística de desastres del SIMPAD, Juan David Fernando Pérez.

La zona ubicada entre la calle 48CC sur y las carreras 103 al oriente y 108 al occidente era un área con condiciones adecuadas para ser edificada; en ningún momento tenía restricciones geológicas o geotécnicas que la caracterizaran como zona de alto riesgo, describe el SIMPAD en su informe técnico de la tragedia.

Las causas que llevaron al deslizamiento de 18 mil centímetros cúbicos de tierra fueron varias, entre ellas, las lluvias que se presentaron en la tarde y la noche anterior en Medellín, las cuales lograron que el relleno o botadero de escombros clandestino que se encontraba ubicado en la zona, se deslizara y tomara gran fuerza al ser una zona de alta inclinación.

Como resultado de dichos factores se originó el derrumbe de un alud de tierra con una longitud de 400 metros, una amplitud entre 20 y 45 metros y con una masa de 5 metros, aproximadamente.

Alexander Guerra, geólogo del SIMPAD, relata que en un principio se realizó un trabajo de atención inmediata de la emergencia, donde se removió el material desprendido y se hizo un manejo de aguas, con el fin de rehabilitar las vías obstruidas.

UNA TRAGEDIA AVISADA

El 7 de julio del 2003 la señora Denys Mejía había realizado un derecho de petición al área Metropolitada del Valle de Aburrá, radicada con el número 1146; en el cual exponía el caso del botadero de escombros ilegal que se había ubicado en el barrio San Pedro la Loma que linda con El Socorro y que, según ella, podría caer y ocasionar daños sobre las viviendas.

Tres meses despúes María Ruby Ochoa, otra habitante del sector escribió a Dora Ligia Vásquez Franco del Área Metropolitana otro derecho de petición, pidiendo que se le diera respuesta al radicado por Denys Mejía, pero tampoco obtuvo solución.

Así mismo en el expediente 2449 de 2003 se establece que el Presidente de la Junta de acción comunal Hernán Dario Gonzales, el 4 de febrero había reportado al inspector 13 de Policía Jorge Iván Arredondo Garcés, la existencia de un botadero de escombros y tierra, el cual estaba afectando a la comunidad. El cual dio como resultado una multa impuesta al propietario del botadero por cinco salarios mínimos vigentes, según dicta el artículo 104 de la ordenanza 18 de 2002; pero según investigaciones de la personería de Medellín, nunca se llevó a cabo dicha diligencia.

Dos derechos de petición, que según la Constitución Colombiana deben ser respondidos en 20 días hábiles y una denuncia a la inspección de policía de la comuna 13, habían sido ignorados por las autoridades competentes.

“Es que para que uno pueda ser escuchado, tiene que pasar una tragedia como ésta” considera Amanda.

Entre las primeras personas que fallecieron en el derrumbe, estuvo Denys Mejía a quien el alud de tierra le demolió su vivienda.

Medellín está siendo azotada actualmente por una fuerte ola invernal, pero catástrofes como estas podrían haber sido prevenidas si se le hubiera hecho caso a la comunidad. Es mejor invertir poca cantidad de dinero en prevención y no el doble o quizás el triple en la atención de desastres.

LAS DONACIONES

Fundaciones como el Éxito y Mano Amiga de Suiza han dado diferentes donaciones a las familias damnificadas, pero en lugar de ser una estrategia para mejorar la calidad de vida de los habitantes, ha ocasionado múltiples problemas dentro de las personas que fueron perjudicadas con el derrumbe.

Estas donaciones, máxime si son en efectivo, han logrando que se armen grupos en pro y contra de quienes han gestionado las ayudas. El párroco de la iglesia San Miguel Febres Cordero fue amenazado y tuvo que huir del barrio por cinco meses y el presidente de la junta de acción comunal ha tenido problemas con los desplazados, en cuanto éstos quieren crear una nueva sede comunal en Piedra Lisa y controlar las donaciones.

María Amanda relata que durante la reunión para entregar los 33 kits de el Éxito, los cuales fueron comprados con dineros donados a dicho almacén, Enrique uno de los opositores dijo que no necesitábamos a Hernán, porque el sector de Piedra Lisa la va a coger una junta de acción comunal nueva y todas las ayudas las manejaremos solamente nosotros los damnificados.

Ahora los damnificados están pendientes de las entregas de vivienda o donaciones que solventen sus problemas. Pero han perdido la ayuda por parte del presidente de la junta de acción comunal y el párroco, de hecho desde el ministerio del interior, les dejarían de ayudar si crean una nueva sede; porque “de esta tragedia muchos quieren tomar partido y realmente no lo necesitan, ahora que vean lo bueno que es conseguir recursos” opina Hernán Gonzales.

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